Parece una escena salida de la película "El día de la mangosta", en dónde el protagonista volvía a vivir el mismo día una y otra vez. Tras año, el Municipio de Moreno debe enfrentar el comienzo de clases, con establecimientos sin las condiciones básicas de habilitabilidad.

A los pastizales en veredas y espacios de recreo, los pozos de desagote rebalsando, las filtraciones  por los techos y las instalaciones eléctricas precarias, se agrega la falta de fluido de gas por falta de pago.

De los 196 edificios, unos 80 son los que mantienen cocinas para los comedores escolares. De ellos solo un 60 por ciento cuentan con gas natural, el resto es de envasado.

A los primeros nos estamos refiriendo y que luego de un relevamiento; se observo la colocación de cepos en los medidores de dichas escuelas.

Indagando con la empresa proveedora se pudo detectar que varios de esos establecimientos educativos registran deudas por el servicio de suministro.

Como todos los años, más de la mitad de los edificios no están en condiciones de retomar el ciclo lectivo, aunque desde la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires se les exige a las autoridades abrir a como de lugar.

Sileoni y compañía intentan imponer un nuevo sistema de no repitencia, presionado aún más a los docentes que comienzan a abandonar el sistema; en un ámbito de bajos sueldos y extremas exigencias.

Un dato mas: es la primera vez en más de 25 años que los jardines de infantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) registran una amplitud de vacancia en sala de 3 años, es la muestra cabal de la baja de la natalidad que comenzó con la Pandemia inducida.